Anfitriona PartyLite

PartyLite pone la misma calidad en velas tan diversas como una candelita miniatura hasta una 3 Mechas de casi cuatro kilos, desde una elegante vela de mesa sin aroma hasta un recipiente lleno de cera aromática que puede perfumar una habitación entera.
Cuando se descubrió el fuego, los humanos empezaron a disfrutar de la luz y del calor para muchos propósitos. Pero una fogata utilizaba mucho combustible, requería un gran espacio y no se podía llevar fácilmente de un lugar a otro. Lo que se necesitaba era una forma de mantener la luz de la llama en un espacio pequeño y retrasar el consumo de manera que la luz durara más tiempo. Suena a una vela, ¿no?
Tomó algún tiempo para que los humanos se dieran cuenta de cómo hacerlo. Los arqueólogos están de acuerdo en que los egipcios sabían cómo hacer velas porque encontraron portavelas que datan hasta del año 1600 A.C.
El trocito más viejo de una vela de verdad, del primer siglo D.C. se encontró en Francia cerca del pueblo de Avignon. El escritor Pliny "el Younger" mencionaba luces hechas de sebo encendido. Otros escritores hablaban de velas de junco hechas de carrizos pelados de un lado y sumergidos en grasa o cera derretida.
Los romanos hacían velas con mechas y cera en forma similar a las velas que tenemos actualmente. Para las mechas, usaban un rollo de papiro tratado para retrasar el consumo. Limpiaban sebo o cera de abejas con agua marina y luego los blanqueaban en el sol. La sumersión repetida de la mecha en el sebo o la cera derretida formaba el cuerpo de la vela, de la misma manera en que actualmente elaboramos las velas sumergidas a mano.
Las velas pasaron a ser una parte muy importante en las celebraciones religiosas de la iglesia cristiana. Constantino, el primer emperador cristiano, usaba velas en el servicio de Pascua durante el siglo IV. Se dedicaba un día especial para bendecir las velas y distribuirlas entre los fieles – el 2 de febrero, Día de la Candelaria. Muchas iglesias todavía llevan a cabo esta bendición en esta fecha.
El sebo (la grasa de los animales) y la cera de abejas siguieron usándose comúnmente cuando la gente hacía las velas en casa. Pero pronto la elaboración de velas se convirtió en una artesanía. En el siglo XIII, tanto en Inglaterra como en Francia, había grupos de productores de velas organizados en gremios. Los Veleros de Sebo iban de casa en casa haciendo velas de la grasa que la ama de casa guardaba para ese propósito. Los Veleros de Cera hacían y vendían sus velas en sus propias tiendas.
Estas primeras velas daban luz cuando el sol se metía pero no se parecían nada a las adorables velas que esperamos cuando hacemos un pedido a PartyLite. El sebo se hacía rancio – después de todo, es grasa animal. En tiempo cálido, las velas se doblaban y derretían. Cuando se quemaba una vela, se tenía que esperar una cierta cantidad de humo y olor. No es de sorprenderse que los veleros (y las amas de casa) siguieron buscando una mejor manera de hacer las velas.
En el siglo XIX un químico francés, Michel-Eugene Chevreul, averiguó cómo separar los componentes de la glicerina para producir ácido esteárico, con el cual se hacen las velas finas. Un poco antes, los balleneros habían descubierto el esperma de la ballena, una sustancia cerosa en las ballenas, con el que también se producían mejores velas. Otros químicos pudieron separar la cera de parafina del petróleo y pronto, el ácido esteárico y la parafina se convirtieron en los materiales básicos de las velas.
Las mechas también mejoraron. Las mechas de papel romano se cambiaron a mechas finas de algodón trenzado. La buena cera y las mechas confiables hicieron velas que se consumían en forma limpia y virtualmente sin humo. Las velas estaban listas para los siguientes pasos hacia la rica variedad y los hermosos colores y fragancias que ahora disfrutamos.
El próximo paso fue el desarrollo de máquinas de moldeo que podrían producir grandes números de velas a precios accesibles. Las computadoras llegaron al panorama, colaborando con la capacidad para medir con precisión cada fragmento de color y fragancia para cada lote de velas.